Lost in translation
Amsterdam, mayo de 2004.
Recuerdo que en el hostal había un joven asiático que quería ser el Johnny Knoxville oriental. Tenía una réplica exacta de una chaqueta del "actor" norteamericano y su pelo y gafas lo recordaban.
Una noche lo vi sentado frente a uno de los canales. Tomaba una cerveza y maldecía en inglés.
Al día siguiente, había revuelo en el hostal. Los padres del Johnny Knoxville habían estado llamando desde esa noche y nadie daba razón de él, quien no contestaba el celular ni aparecía en los registros de la policía o de los hospitales.
Nadie dio razón de él. Otros jóvenes asiáticos - armados con iPods, Palms, cámaras futuristas y celulares que llegarán a occidente en 20 años - afirmaban que nunca lo habían visto.
Los asiáticos están perdidos ante la fascinación de un mundo nuevo que les brinda una bella amalgama de consumismo e individualidad. Un mundo bizarro que los aliena - los japoneses que se peinan y visten como Beckham inundan los sitios turísticos de toda Europa -, pero a la vez los aleja.
Sin embargo, su vagar desconsolado por un mundo ajeno me parece mucho más digno que el de los occidentales que se refugian, con desespero y como colgándose de la última rama que los salvará del desencantamiento, en el feng shui, el yoga, el I ching y todas esas tradiciones que por estos lados se consumen como si fuera la última cerveza que sale al mercado.
6 Comments:
Bueno, no es que sea experto en la materia "asiaticos", pero en lo personal noto una diferencia abismal entre los japoneses y los chinos, por ejemplo. Los primeros son abiertos, fiesteros y se visten a la occidental; los segundos tienden a ser mas reservados.
Igualmente, me pregunto como tu, qué pensaran (los chinos) cuando ven otros modelos politicos... Yo estaba en un curso de francés lleno de chinos y la verdad que era impresionante. Estos sujetos, cuando el profesor preguntaba en general, no osaban nunca responder, pero si eran interrogados (tu qué piensas) siempre daban la respuesta... Al final me explicaron que por su educacion y el sistema bajo el cual viven, pocos chinos son espontaneos en este sentido.
Seré antropocéntrico, pero me parecio raro y hasta triste.
P.D.: 100% de acuerdo en tu apreciacion del feng-shuismo barato y la yoga pirata para consolar a los imbéciles que siguen modas en el mundo occidental. Nada contra la yoga o la gente que lo practica de verdad, pero que un occidental que se da a contaminar la tierra y fumar cigarrillos me salga de la noche a la manana con el discurso ambientalista, de yoga y de "irracionalismo" emocional, no me lo calo. Pasame el atizador...
Es como el cuento del pasto en la parcela del vecino, ¿no? Nadie está contento con lo que es / tiene.
Se me hace tan normal la imposibilidad de la gente de verse más a través de los hechos mismos, de su historia, de su cultura propia. La nueva era, le dicen, de la adivinación o la mercancía. Guácala.
A mi esas jodas del fenchui, taichi y demas me parecen practicas de viejas burguesas, solteronas y aburridas, que tienen cara de que nunca en la vida se les han echado un buen polvo.
creo que son los efectos de la globalización, el acceso a otras culturas no depende solo de la ubicación geográfica. Hay mucha facilidad de adoptar doctrinas y costumbres de otros países por el simple gusto. Es como los peinados occidentales que ellos usan y otras cosas, que sean fanáticos de Elvis por ejemplo, o el encanto que tenemos muchos por las geishas, en fin... Así como es común aprender varios idiomas, quienes tienen facilidad por viajar también disfrutarán comidas que en sus casa jamás iban a comer y no creo que sea malo poner en primer puesto una comida tailandesa si le gusta más que la bandeja paisa, que se yo...
ahhh y si me parece muy chistoso que uno haga yoga y después por la noche se vaya a bailar a una discoteca... y ya. adios.
Mi estimado atizador, francamente mi posición ante estas situaciones es de lo más cómoda: Está mal, pero al igual, está bien. Es decir, que bueno es sentirse en la libertad de estar ser como dé la gana. Que así se pierde la identidad, pues se gana otra. Total ya vivimos en un mundo globalizado se quiera o no. Es la inevitable y fatal inercia.
Me gustó mucho este post. Me recordó y llevó a esos ansiados lugares en los que no se reconocía el paso del tiempo, el día de la noche, y la risa y la aventura lo eran todo.
Salú por los asiáticos.
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