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Monday, August 08, 2005

Odios

Los mercaderes de la normalidad, los siquiatras, son los principales promotores de lo que alguien llamó el fundamentalismo de la moderación.

Ejercen con pedancia una seudociencia. En efecto, según Hume, la sicología y la siquiatría no son ciencias porque no pueden (son incapaces) de cumplir con uno de los requisitos esenciales para que un estudio se considere como tal: el de la predicción.

No tiene gracia que un científico me diga por qué sucedió algo, sino que a éste se le debería exigir, además, que, con base en las reglas por su ciencia descubiertas, se logren anticipar ciertos hechos: el paso de un cometa, la muerte por efecto de una enfermedad, que el objeto que lanzó para arriba va a caer.

La sicología es incapaz de lograr esto.

Por esto, y por tipificar conductas inofensivas (comerse las uñas, deprimirse por la muerte de alguien, tener ganas de tomarse un trago por la mañana de vez en cuando), es que odio a los siquiatras y su despreciable búsqueda por eliminar los impulsos que nos hacen humanos.

Odio a los siquiatras, odio a los que escriben psiquiatras y odio:

A los que siguen las estúpidas reglas sociales que se inventa un locutor de radio juvenil: está prohibido usar sudadera y tirar con medias. A los que cambian el diccionario y eliminan verbos como colocar, escuchar o distinguir. A los que tienen un español arribista y acomplejado.

A los que son meros espectadores de su vida. A los que rehúsan a detenerse un momento a pensar si de verdad están caminando por el sendero que escogieron o si simplemente andan guiados por el mapa que alguien, en algún momento, les escribió.

A los que, por llevar tantas máscaras, olvidan la forma de su cara, el tacto de su piel. A los que escriben y leen manuales de autosuperación o librajos para alcanzar el éxito en 7 pasos.

A los que tratan a las mujeres como si fueran cosas. A las mujeres que son más machistas que los hombres. A las guarichas que buscan al traqueto que las mantenga.

A los que practican la religión del avispáo, de la malicia indígena, del vivo vive del bobo. A todos los que hacen parte de la cultura sicarial de este país.

A los que responden a una crítica o a un argumento que no comparten con la mayor obviedad y pereza mental, llamando a la contraparte resentido, irrespetuoso o loco.

A los que son incapaces de pensar en contra de las mayorías estadísticas.

A los que se quedan en la forma y no ven lo esencial.

A los fanáticos de la salubridad (fumar es pecado, emborracharse va en contravía de ese templo que es el cuerpo)

A los lagartos. A los que admiran e idolatran a alguien por su posición actual, olvidando que cuando este exitoso se encuentra en la soledad de su cuarto, descubre que su piel, como la de cualquiera, se está marchitando y que le duele la barriga cuando se toma un café luego de las cinco de la tarde.

A los que creen que leer, viajar o tener éxito profesional, los hace mejores personas.

A los que creen en verdades absolutas.

A los que son incapaces de darse una oportunidad para vivir. A los que no conciben perderse una noche, a los que les da miedo no tener el control sobre sí mismos.

A los provincianos que creen que es un logro nacional el que Moreno esté en el BID, que Juan Valdés gane un concurso de íconos populares o que Kike Santander obtenga un premio.

A los que solamente se encuentran cuando están con otros, en masa. A los que solo son, cuando están en su partido político, su barra brava, su grupo excluyente: metaleros, paisanos...

A los frívolos de tiempo completo.

A los expertos en el arte de trepar, que no es otra cosa que disimular su mediocridad para ascender sobre los que, siendo realmente buenos, desconocen el mundo de las intrigas.

A los que clasifican a las personas según su equipo de fútbol, libros preferidos o música favorita.

A los que son incapaces de sentarse a considerar que todos somos cadáveres ambulantes y que esa persona que tenemos al lado mañana no estará.

A los que satanizan a alguien por una única conducta, por una exclusiva frase o por un prejuicio que no fue capaz de darse la oportunidad de revaluar.

A los que creen que la única opción es "no dejársela montar". A los que no consideran la posibilidad de evitar un conflicto.

A los bacanes hijueputas.

A los que son demasiado arrechos.

A los provincianos que creen que Montoya, Shakira, Juanes, Gabo y Botero muestran la cara linda del país. Un argumento: cuando leo a Monterroso a mi mente no viene Guatemala, así como tampoco creo que sus fuertes líneas cambien el dibujo que siempre he tenido en mi cabeza de ese país.

A las familias prestantes de este país y a los que, al mostrar su servilismo ante ellos, olvidan que todo rico tradicional de este país logró serlo a punta de bala. Odio a los que desprecian al nuevo rico (excluyamos a los traquetos), cuando son éstos los que demuestran que en este país, a pesar de que todos los días se pisa a quien no es fuerte, todavía se puede.

A la mayoría de los celadores: despreciables perros guardianes que encuentran su legitimidad en la fuerza que les ha sido otorgada sin ningún mérito: no ser excesivamente enanos, por ejemplo. A los que profesan, sin creer, una profesión en la que muchos creen: curas sin vocación, policías que fracasaron como profesionales, músicos que disfrazan de originalidad su prostitución.

A los que se creen críticos cuando son meros criticones.

A los que dejan comentarios en los posts del estilo: "buen blog. visita el mío".

A los traquetos, a los excesivamente mamertos, a los racistas, a los clasistas y a los sexistas.

A los cuenteros y a los seudointelectuales.

A los que se llaman Yurleydis, Johanson o Léider y a los que no les dan una oportunidad a los que así se llaman. Odio a los que tuvieron el mal gusto de marcar como ñeros a sus hijos con nombres reprochables, pero también a los que satanizan a quienes los llevan. Si yo no soy culpable por el hecho de que, a los dos años, mis papás me hubieran bautizado, por qué habrían de serlo quienes a las pocas horas de nacidos fueron marcados por la estupidez de sus papás.

A Álvaro "el enanito montañero y despreciable" Uribe, a Juan Manuel Santos, a César Mora, a Carolina Sabino, a Andrés López, a Daniel Samper Pizano, a Germán Vargas Lleras, a http://paisbizarro.blogspot.com, a Horacio Serpa, a José Obdulio Gaviria, a yojosegabriel, a Carlos Antonio Vélez y a María Isabel Rueda.

A los provincianos que creen que los no-colombianos están en la obligación de cerrar los ojos ante tanta mierda que hay en este país y solo ver las bellezas artificiales que tenemos (se me viene a la memoria la inteligente estrategia de Isabella Santodomingo que, indignada por las imágenes de una película, muestra lo que Colombia sí es: la Torre Colpatria y otras panorámicas que representan, según ella, una mejor realidad que la Bogotá de Ciudad Bolívar). Un análisis de verdad: aquí

A los que les da pereza pensar.

A los que les da miedo odiar. A los que odian, pero temen que se les note.

A los que suprimen o disimulan sus odios.

22 Comments:

Blogger juglar del zipa said...

El peor siquiatra de la historia se llama Germán Rey. Es un maldito pedante "experto" en análisis de medios que no es capaz de hacer una buena clase sin ponerse a hablar de cuando comía galletas en su viaje a Brunei o de que sus hijos hacen parapente.

Yo terminé de perderle el respeto el día en que dijo "exenario".

12:05 AM  
Blogger x said...

Comparto muchos de sus odios, bueno, aunque en mi se manifiestan mas bajo la forma de aversiones. Quiero decir que no le deseo el mal sino a unos cuantos, que por cierto ya han hecho mucho mal. Digamos que en ese sentido lo que pido es justicia. Aunque conozco el riesgo de pedir justicia asi tan vagamente en un pais donde basta con señalar a alguien para que los justicieros de las Farc y de las AUC le peguen un balazo. En fin, la cosa es complicada, pero tampoco se puede quedar uno callado ante ciertos casos...
Sobre los censores morales, aquellos que creen distinguir entre el buen y el mal gusto, aquellos herederos del señor Carreño... con ellos me limpio el culo.
Sobre los demas que vienen en la lista, entre los que tienen nombre propio, algunos me generan indiferencia y otros la aversion que decia. Un selecto grupo verdadero odio.
Pero me causa sorpresa encontrar alli a Daniel Samper Pizano. Si bien es cierto que durante la presidencia de su hermano guardo mas silencio del que debia como periodista, me parece una persona muy creativa y muy inteligente con la cual estoy completamente de acuerdo en ciertos puntos esenciales como la politica antidrogas y el manejo de los recursos naturales.
No pretendo hacer de abogado del diablo, de pronto me equivoco, pero si me gustaria saber cuales son las razones por las cuales usted lo incluye en su catalogo de odios.

6:53 AM  
Blogger Carolina Isaza said...

Haciéndole honor a lo que debió haber sido y no fue comolosodio. Comparto muchos de esos odios, pero la mayor parte del tiempo no dejo que me quiten el sueño ni que me envenenen, no tiene sentido amargarse por algo que uno no puede cambiar.
Aunque a veces sí me afecta, me hierve la sangre, por ejemplo con el machismo y el fanatismo.

9:34 AM  
Blogger El Atizador said...

Editor, tiene razón en relación con Daniel Samper Pizano y creo que debí haber explicado que mi odio es meramente personal,es decir, no a su obra, la cual me parece muy respetable y he seguido desde hace mucho tiempo (lo primero que leí de él fue A mí que me esculquen, luego leí algunas viejas cosas que él había hecho en la desaparecida Alternativa y leo su columna en El Tiempo con regularidad).
Si lo odio, es porque me parece un tipo despreciable cuando se conoce.
CIE, no veo la diferencia entre odiar con el corazón y amar visceralmente. Por qué es legítima una cosa y la otra no?

11:02 AM  
Blogger x said...

Yo también quiero hacer una aclaracion. Dije que "un selecto grupo" me inspiraba "verdadero odio", y me quedé pensando que esas palabras en realidad sobrepasan lo que siento. Es dificil dar cuenta con precision de lo que nos generan las personas involucradas en la politica... la asumimos demasiado pasionalmente, como si fuera un partido de futbol, y nos olvidamos de medir las palabras. Me quedé pensando que tal vez asumir la politica demasiado pasionalmente es un error. Ella reclama nuestra ante todo razon. Es la unica manera de no cometer errores. No quiero negar lo que siento, pues es un hecho que las personas en cuestion no me generan ninguna simpatia, aversion es tal vez la palabra correcta, pero tampoco quiero enredar mas las cosas diciendo que los odio. No se trata de miedo. Sino mas bien de responsabilidad. Acabo de tener un conflicto de principios, y me quedé pensando que decir que los odio es excesivo y no contribuye para nada. Tal vez es porque que me acabo de ver Apocalypse Now y, a pesar de que no me parecio una buena pelicula, sali asqueado de tanta violencia.

12:03 PM  
Anonymous Anonymous said...

coincido contigo, Viejo.

Y el peor de Todos es Daniel Samper...


Kozure

1:34 PM  
Anonymous Anonymous said...

Ahora resulta que el odio es una cuestión de consenso??...Dejen odiar tranquilos,es mas, propongan nuevos odios...

Mr. CCCC: Esta vaina es mas lo que esperaba de usted...algo honesto, personal y visceral.

1:46 PM  
Blogger *Ivonne*BlackCatHat said...

Que idiotez, al anónimo, obvio que el odio no es cuestión de concenso, pero es un hecho que por vivir en una sociedad se pueden tener en común odios y amores así como rebeldías y obediencias. Además, quién dijo que no se tenía derecho a odiar? tal como usted pudo haber odiado éste post muchos tenemos derecho de ociar en concenso.

Y estpy de acuerdo con Juglar, Germán Rey es un petardo.

Aclararé mi mente a ver si puedo ahcer una lista de odios...

3:33 PM  
Anonymous Anonymous said...

odio a absolut bliss

3:38 PM  
Blogger Mal Ladrón said...

Leí con atención su lista de odios y me identifiqué con muchos. Cuando apareció el de País Bizarro, y lo asocié con la discusión que tuve con él en mi
ultimo post, creí vislumbrar las razones de su odio, aunque no lo conozco aún lo suficiente para quererlo u odiarlo...

6:10 PM  
Anonymous Anonymous said...

El de pais bizarro es un fanatico uribista... en el mundo de los blogs él es como German Vargas Lleras: intolerante, facista y puritano.

9:10 AM  
Blogger Carolina Isaza said...

La diferencia es que amar visceralmente sirve para algo; puede hacerlo a uno feliz, pero odiar visceralmente no sirve para nada y lo hace a uno ser más infeliz.

10:37 AM  
Blogger El Atizador said...

CIE,
Me sorprende su afirmación. En serio usted cree que el amor es la llave a la felicidad? En serio usted cree que amar y ser feliz son sinónimos? Por mi parte, aunque no soy un odiador de tiempo completo ni tampoco puedo decir que no he disfrutado haber amado con todos mis poros, creería que el amor es un estado de idiotez que, cuando nos abandona, nos sume en la más insoportable miseria.

10:41 AM  
Blogger Carolina Isaza said...

El amor no es sinónimo de felicidad. Pero el amor correspondido sí conlleva un grado de felicidad muy alto. Obviamente, sólo mientras dura.

10:45 AM  
Blogger CUENTOS DE SUEÑOS Y CRISTALES said...

severo! no puedo decir nada más, el odio es algo tan colectivo y su expresion es tan natural que mostrarlo en estos terminos (sus terminos) es algo realmente encantador

12:00 PM  
Blogger mundochacalblogspot said...

odio a la gente "feliz" que comparte sus experiencias.

Odio a la gente "linda y bella de Colombia que saca la cara por el país."


Odio en general a los politicos, sea cual sea su partido. Al fin de cuentas todos proclaman lo mismo.

Odio la ignorancia descarada de los periodistas, ya sean de radio o de prensa escrita. No tienen un mínimo de cultura general. Son idiotas balbuceantes con sueldo.

odio a su novio. Un idiota con suerte.

No odio a Botero, pero si al grupo que lleva ese nombre.

Odio el pop-fusión latino y a todos sus representantes. (Juanes, Shakira, Palo de Agua, San Alejo, Ricky Martin, etc etc)


Odio que me halla robado una idea tan buena para un Post. Yo tambien quería escribir sobre el odio.

ahh si y:

"que buen post.visita mi blog" :P

3:04 PM  
Blogger sicoactiva said...

¿Haría el ejercicio opuesto, listar las cosas que ama?

Es igual de válido y es respetable ser odioso que amable, claro, mientras ese odio no vaya en mi contra. Y esto, porque socialmente es preferible ser querido que odiado y son preferibles las manifestaciones de amor que las de odio (ya que estas pueden llegar a ser letales incluso). O al menos eso siento yo.

Lo que me produjo curiosidad de sus odios es que, en resumen, odia usted a todo el mundo... viéndolo con detenimiento, pienso que cualquier mortal (incluyéndome) cumple con al menos uno de los puntos para merecer su odio. Y no es que sea tampoco la gran cosa, pero deja un sabor venenoso la lista.

No me malinterprete, es simplemente su tésis y mi antítesis... puntos de vista distintos y ojalá enriquecedores: A mi no me gusta tanto odiar.

5:30 PM  
Blogger LMP said...

No me parece sano tanto odio y no tengo idea de siquiatría, pero entiendo que en el mundo las grandes cagadas que nos duelen a todos se producen por auto permitirse y justificarse los odios. A mi me gusta creer que por cada odio hay un dolor detrás.

5:42 PM  
Blogger Luis Valoyes said...

gracias mil por ahorrarme la molestia de escribir mi propia lista, a la que unicamente le hubiera agregado a Soda Stereo (porque odio sinceramente y desde lo profundo del hígado a Soda Stereo, y mientras más gente me diga cuanto lo aman, más lo odiaré...), gracias, gracias...

7:16 PM  
Blogger El Atizador said...

sicoactiva, viviendo para morir, lmp y uno menos:
Lo que pasa es que la sociedad de lo políticamente correcto sataniza ciertas cosas que pueden llegar a ser tan puras como el amor.
Odiar no es amargarse ni envenenarse, simplemente es despreciar visceralmente encontrarse en el TV, en un periódico o en la calle con cierta gente o actos.
No vivo pensando en mis odios, pero odio que las cosas que odio se me crucen por el camino cuando solo quiero salir a respirar.
Otras cosas que odio ( a propósito de los comentarios de eleditor, kozure, mal ladrón, jazz, vak, ricardocabezas y mariademanson):
- Odio por toda mi piel a Soda Stereo, U2, The Cure y Compañía Ilimitada
- Odio a los imitadores baratos de Carlos Vives (Palodeagua y los demás)
- Odio Los Reyes
- Odio las modelitos de los noticieros
- Odio a los politiqueros tradicionales
- Odio a los políticos jóvenes
- Como decía Kurt Cobain, I hate myself and I want to die

Y esto seguirá...

9:39 PM  
Blogger wintermute said...

La moderación es el ultimo recurso de quienes no tiene imaginación: Oscar Wilde.

A los que eliminan las “malas palabras” de su parco vocabulario. Nada mas satisfactorio que decir, con ganas, “hijueputa”.
Igual: cuando leo a Hammet o a Gibson no pienso en Estados Unidos.
De la misma forma: a los que ven en Estados Unidos la esperanza de la humanidad.
A los que se creen mejores personas merced del sitio donde viven, del empleo que tienen o del lugar donde estudiaron.
A los que dicen que no odian.
Y no estoy de acuerdo con CIE: odiar sirve para algo, sirve para mucho. Vea nomas a Birmarck. De acuerdo con el comentario del Dr. Barbarie. Me parece sano odiar, nos hace humanos. Incluso escribi un blog de mis odios.
“y buen blog, visita el mio, la dirección es...”

9:22 AM  
Blogger sicoactiva said...

Una aclaración, yo no lo juzgo, sólo siento curiosidad y por eso pregunto.

Dos cosas:

Odio a Shakira
Odio las pruebas sicotécnicas (no necesariamente a los sicólogos)

9:49 AM  

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